Dedicado a Augusto.
Muchos dicen que cuando visitas África te roba el corazón y no puedes viajar a otro continente. Yo creo que ese no ha sido mi caso en ese sentido, pero ha sido un viaje maravilloso que me ha marcado. Hemos visto cosas insuperables, sorpresas increíbles, gente extraordinaria y momentos especiales que recordaré toda mi vida.
Esta ruta no tiene un componente humano como hemos tenido en otros viajes, supongo que es debido a la baja densidad de población del país y el ser un viaje organizado donde todo ya está hecho. A quien le guste el safari va a ver poco en este sentido si lo comparas con otros viajes en África, pero para nosotros fue una dosis más que suficiente. Eso si, los paisajes son espectaculares y volvería solo para verlos de nuevo.
Tras dos pérdidas personales en un breve espacio de tiempo, pasé unos meses realmente duros. El bajo ánimo hizo que ni siquiera pensara en viajar. Tras mucho meditar y ver que entraba el verano, decidimos hacer una de las rutas que llevábamos tiempo comentando y que pensábamos que nunca podríamos hacer: Namibia y el Delta del Okavango.
Hacerlo por nuestra cuenta requería tiempo de preparación (que no teníamos por decidirnos a última hora), dosis de riesgo y toma de decisiones a las que mi estado de animo no se veía capaz. Tras buscar información, hablar con amigos que ya habían hecho la ruta y sopesar pros y contras, acabamos contratando el viaje organizado.
Llegamos a Ciudad del Cabo con mal tiempo y frío. A primera vista el grupo que nos tocó no me gustó. La media de edad era bastante superior a la nuestra a excepción del guía y el estilo de gente era muy distinto al nuestro. Pero esto no me importó en absoluto por que tenia claro que era muy probable que no conectara con nadie y nosotros dos nos bastábamos sin tener necesidad de más. Que equivocada estaba, como siempre!
Y empezamos cruzando Sudáfrica. El camión era incomodo, botaba muchísimo y no nos permitía leer o escribir, así que lo único que podía hacer era conversar con la gente y mirar el paisaje cuando todos dormían. Poco a poco vas conociendo a la gente del grupo, te adaptas a la rutina y horarios que te marcan y sin darme cuenta llegamos al famoso desierto del Kalahari. Me pareció un secarral en el que era imposible que viviera bicho alguno. A paso de tortuga esperábamos ver algo que no creía que existiese allí y empezamos poco a poco a ver springbox, orix, girafas y hasta guepardos!!! Aunque no tuvimos suerte con los leones de melena negra resultó ser muchísimo mejor de lo que me esperaba. Las noches son muy frías y la tienda de campaña no te aísla lo suficiente para entrar en calor, así que empezamos a pensar formas de burlar el frío. Primero durmiendo con calcetines, luego con pantalones gruesos, añades el polar, te pones debajo del saco la manta “prestada” del avión para aislar, juntas los dos sacos para aprovechar el calor de tu pareja, en fin … de todo!!! Tuve suerte y una generosa y buena compañera que iba mucho mejor preparada que yo, me prestó unas mayas para ponerme debajo de los pantalones. Esa fue mi salvación para poder dormir. El guía me dice que nos está haciendo muy buena temperatura … esto es África o el polo norte?
La frontera de Namibia me parece surrealista total. Literalmente se acaba la carretera y empieza una pista forestal, el paisaje empieza a cambiar y los días son algo más calurosos durante las horas de sol.
La visita al Fish River canyon me encantó, aunque es una pena el poco tiempo que estas y el corto paseo que puedes hacer. Son increíbles las formas que tiene el cañón. Te llevan en una pick up como si fueras ganado, pero eso te deja ver muy bien el paisaje. Cebras!!!! no me hubiera imaginado nunca lo que cuesta verlas. Las rallas les permiten esconderse muy bien por que adoptan el mismo color que el suelo y no se distinguen hasta que echan a correr.
Y se creó el punto de inflexión en el viaje. Un fresco paseo en velero para ir a ver los pingüinos en Luderitz me dio la oportunidad de conectar con el que ahora es uno de mis mejores amigos. La visita al pueblo abandonado de la mina de los diamantes fue buenísimo para trasladarte al pasado y hacer unas fotos geniales. La puesta de sol en una colina de Aus me dejó maravillada. Esa misma noche dormimos en un refugio donde rompimos la rutina gracias a la imaginación del guía. Nosotros decidimos y cocinamos la cena para la crew a base de huevos, patatas fritas, jamón ibérico que llevábamos (menuda sorpresa se llevaron!!) y un pan con tomate algo improvisado pero que salió muy decente dadas las circunstancias. Esa noche te relajas, no pasas frío, la crew te muestra cosas de su cultura, duermes en literas, en definitiva rompes con la rutina de montar y desmontar tienda.
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Desierto del Namib |
Llegamos y otros camiones nos habían cogido la delantera. Como tienes que subir por el vértice de la duna, tienes que hacer cola esperando que el de delante avance para poder hacer un paso. Una vez arriba buscas un sitio donde no te moleste nadie y te sientas a esperar. Y llegó mi mayor sorpresa del viaje. Fue espectacular. Los cambios de color de la arena son increíbles según les da la luz y las vistas del resto de las dunas son impresionantes. No pude evitarlo, me emocioné y se lo dedique al amigo que tendría que haber hecho este viaje con nosotros y tanto le echo de menos. No tengo palabras para describirlo, hay que verlo. Y otra sorpresa más nos esperaba ese mismo día. Cuando llegamos a que nos mostraran el lago muerto resultó ser una guía japonesa que no sabía casi nada de nuestro idioma pero con unos dotes de expresión y comunicación geniales. Fue capaz con poco más de cuatro palabras en castellano, dos en ingles, mucha expresión corporal y dibujos en la arena, de explicarnos como se creaba el lago muerto y la forma de vivir de los bosquimanos. La visión de un lago estancado por las dunas, totalmente seco y con árboles petrificados le daba un aire fantasmagórico.
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Tribu Himba |
Sobrevolamos el delta del Okavango en una avioneta. Las vistas desde el cielo son magnificas. Es un caso único en el mundo. Se ven los elefantes en el agua y los hipopótamos tomando el sol. Para mi es algo que uno no puede dejar de ver.
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Cataratas Victoria |
Y llegamos a las Cataratas Victoria en Zimbawe. Menudo espectáculo el rugir de las aguas al caer de 100 metros de altura, con tal fuerza, que la bruma te deja totalmente calada. Verlo desde el helicóptero es impresionante. Y así se terminó este viaje lleno de sorpresas, paisajes que me emocionaron y largas horas de charla con las que gané amistades que estoy segura serán para toda la vida.
UTILIDADES
La ruta
Nuestra ruta fue la siguiente:
Ciudad del Cabo(Sudáfrica) – Desierto Kalahari – Fish River Canyon (Namibia) – Lüderitz – (Sossusvlei) Desierto del Namib – Swakopmun – Cape Cross – La costa de los Esqueletos – Cataratas Epupa – PN Ethosa – Delta del Okavango (Botswana) – PN Chobe – Cataratas Victoria (Zimbawe)
Duración: 27 días (agosto 2010)
Cosas Prácticas
La agencia a la que contratamos el viaje fue Kananga http://www.pasaporte3.com/. El resultado ha sido muy bueno teniendo en cuenta que vas en grupo. Los lugares donde haces noches están muy bien situados y las distancias muy bien calculadas.
La información que te dan es muy completa, incluido los días de carga de baterías por que no en todos los campings tienes sitio donde cargar.
La ropa de abrigo es imprescindible, por que las noches son realmente muy frías (llega a 0 grados). En cambio durante el día sube la temperatura como para ir en manga corta. Un polar es insuficiente, yo recomiendo anorak y pantalones de abrigo. Unas mayas térmicas para las horas que se esconde el sol son muy recomendables. Pensar que sobre las 18,30h se hace oscuro y baja la temperatura en picado. Las cenas son a la intemperie y muchas veces alrededor de una hoguera, pero te vas a dormir que el cuerpo ya se ha quedado frío.
Llevar un saco de dormir que esté preparado para la menor temperatura posible. Los de 0ºC o -5ºC es insuficiente para personas frioleras.
Transporte
Para estas rutas se usan camiones muy bien preparados para las “carreteras” de tierra y arena de estos países. Estos camiones están subcontratados y hay ciertos detalles mejorables, pero están realmente bien preparados para la ruta. El espacio para guardar el equipaje es limitado, así que se debe ser consciente de eso cuando hagas el equipaje.
La gente que va por su cuenta alquila 4x4 con tiendas de campaña incorporadas en el techo.
Nosotros tuvimos mucha suerte, pero es muy habitual los pinchazos de ruedas, encallarse en la arena o averías. Las rutas son realmente largas (nosotros hicimos unos 7000Km aprox) y las distancias entre poblaciones son grandes.
Alojamiento
En la ruta que nosotros decidimos hacer estaban muy bien combinadas las noches de tienda y hotel o bungalow.
Las tiendas son muy mejorables, sobre todo las cremalleras. El camión lleva unas colchonetas de un grueso considerable, haciendo las noches de tienda algo más cómodas.
Compras
En Cataratas Victoria hay una gran oferta de figuras de madera y otros recuerdos. El trueque es habitual. Lo más buscado es el calzado, pantalones y repelente de mosquitos. Cualquiera de esas cosas o camisetas os puede permitir reducir muchísimo el precio de lo que queráis comprar.
No vale la pena comprar antes por que hay que llevarlo encima todo el viaje y es muy fácil que se rompa.
Me ha encantado Bárbara! Gracias por tus consejos ... los tendré en cuenta! Un abrazo y felicidades por tu blog!!!!
ResponderEliminarXavi G