lunes, 1 de abril de 2013

POLINESIA FRANCESA





Fakarava
Hablar de Polinesia es para mí revivir una de las mejores experiencias de mi vida. Si te gusta el buceo, no puedes dejar de ir a practicarlo en este maravilloso rincón del mundo. Polinesia es tal y como se ve en las fotos de los catálogos, bueno paisajísticamente hablando. Que nadie espere ver las maravillosas chicas estilizadas y vestidas con esas minifaldas de paja y cocos en los pechos, nada más lejos de la realidad. Eso sí, las playas blancas, con las palmeras perfectas y toda la gama de azules, turquesas y verde esmeralda se confunden entre el océano y el cielo en el horizonte. Las montañas con ese verde intenso perfecto. Todo lo que llegas a ver te deja con la boca abierta.
En bici por Fakarava

No puedo negar que Polinesia es un destino caro, pero si estás dispuesto a renunciar a grandes lujos, puedes llegar a montarte por tu cuenta un viaje apto para muchos bolsillos. Y no por ello dejarás de disfrutar de muchísimas cosas maravillosas.


La playa en Fakarava
Por supuesto, el principal atractivo son las playas e islas idílicas, pero eso lo puedes encontrar en muchísimas partes del planeta. No hace falta volar hasta el otro lado del globo para ello. Pero lo que hay debajo del agua es impresionante y único. Tuvimos la oportunidad de ver animales que jamás hubiera pensado ver ni en sueños. Peces de todos los colores en aguas cristalinas, peces napoleón gigantes, tiburones de todas las medidas, de puntas blancas, negras hasta martillos!!! Mantas, rayas Eagle haciendo formación o manta-rayas. Tortugas, barracudas o delfines, si si si delfines salvajes que te rodean para juguetear contigo. Pierdes la noción del tiempo y sales del agua pensando cuando vas a volver a bajar.  Uno de los destinos en los que no tengo ninguna duda de que volveré.
Esperando la inmersión

Lo difícil es escoger las islas que quieres visitar. Se aconseja de 3 a 4 días mínimo por isla, pero eso depende de lo que quieras hacer y del gusto de cada uno. Nosotros fuimos prácticamente un mes y visitamos cinco islas (Fakarava, Ranguiroa, Tahaa, la mítica Bora-Bora y Tahití.). Polinesia francesa está dividida en varios archipiélagos y es bonito ver la diferencia entre algunos de ellos. Las islas no son todas iguales ni mucho menos. La gran diferencia entre unas islas y otras es su antigüedad. Inicialmente cuando se forman son montañas en el mar y a medida que pasan millones de años, esa montaña se va hundiendo y crea un anillo alrededor de la montaña. Las más antiguas ya no tienen montaña, pues se ha hundido totalmente, y solo hay un anillo con la laguna de agua en medio (a esas islas se las llama atolones que en Polinesia las puedes ver en las Tuamotu parada indispensable para los buceadores).
La playa en Fakarava










Volviendo al viaje, volamos directamente al destino más lejano, para perder el mínimo tiempo posible en traslados. Llegamos a Tahiti y sin salir del aeropuerto teníamos un vuelo de conexión a Ranguiroa y otro a Fakarava. Nos esperaba la propietaria de la Pensión con collares de flores y unas vistas increíbles. El bungalow está en primera línea de una playa literalmente espectacular. No creo que vuelva a ver una playa más bonita y perfecta que esa. Estuvimos allí unos días para practicar submarinismo entre tiburones con el centro de submarinismo del hotel que está al lado. Una tarde de paseo en bici donde se podía ver a un lado el océano y al otro la laguna. Tambien nos acercamos a una granja donde cultivan las perlas polinesas. Tras unos días hicimos un cambio de pensión en esta misma isla,  al sur con el nombre de Raimiti. Allí tuvimos un par de días muy especiales con una excursión genial al sur de la isla en un paso de entrada y salida de agua a la laguna donde solo con las gafas y unas aletas te dejas arrastrar por la corriente viendo peces y corales de todo tipo. Las habitaciones son pequeñas casitas de madera con una decoración muy especial. Y la comida es estupenda.


Buceando en Ranguiroa
Nuestra siguiente isla fue Ranguiroa, uno de los mejores lugares del mundo para sumergirte con botellas. Realmente han sido las mejores inmersiones de mi vida. Cinco delfines vinieron a jugar con nosotros mientras subían a tomar aire y volvían a bajar. Tortugas que se pasean por tu lado y que avanzan a gran velocidad aunque no lo parezca. Una gran cantidad de tiburones negros reposando en el fondo o un pez martillo esperando su banquete en el cambio de marea.
 
Buceo en Ranguiroa



Taha
Tras esos maravillosos días volamos a Raiatea y luego con una pequeña (más bien mini) embarcación navegamos hasta Tahaa. Un pequeño hotelito maravilloso para perderte. Es una isla realmente pequeña con rincones muy bonitos. Fuimos a visitar una granja en Raiatea donde cultivan la vainilla. Curioso y unas bonitas vistas.





Bora Bora
Y llegamos a la mítica Bora-Bora. No hay palabras. Es una isla con laguna y atolón alrededor que le da ese toque tan especial. Por supuesto en esta isla los precios son más elevados, hay más turismo y todo está más preparado. Nosotros nos instalamos en una Pensión (solo alojamiento) que llegamos en un autobús muy particular. Cogimos una excursión de todo el día para que nos dieran la vuelta a la isla en barco, con comida incluida y varias paradas entre ellas la de dar de comer a unas manta-rayas domesticadas y otra para ver unos tiburones. Una excursión muy recomendable para ver los alrededores. Y por supuesto algunas inmersiones para ver las rayas nadando en formación. No se puede dejar de visitar el famoso Bloody Mary y cenar con el pescado que has escogido en la arena de la playa.
Tahiti

Finalmente terminamos en Tahiti. Con el coche de alquiler llegamos a las cabañas donde nos alojamos. Es un lugar estupendo. Puedes dar la vuelta a la isla en un coche de alquiler para poder pararte donde te plazca. Hay playas de arena volcánica y puedes hacer un trekking para ir hasta las tres cascadas. Pasar aqui los últimos dias es lo mas recomendable para hacer las compras en el mercado de Papete y asegurarte no perder el vuelo de vuelta.

LA RUTA
Fakarava, Ranguiroa, Tahaa, Bora-Bora y Tahiti.
(Mayo 2008)

COSAS PRACTICAS

Tahiti
La diferencia horaria es de 10 horas menos, excepto en las Marquesas que hay media hora mas.

Bora Bora
Recuerda llevar adaptador múltiple Francés. Es posible que haya un solo enchufe en la habitación para todos los equipos electrónicos que llevemos.

La crema solar es imprescindible y de factor alto. El sol es abrasador aunque hay nubes altas constantemente. No te dejes engañar por esas nubes. Imprescindible llevarse las gafas y el tubo para ver el coral y la vida submarina.
 

Bora Bora con Rayas
Recuerda poner una muda de ropa interior, bañador y crema solar (botes de 100ml que es lo maximo permitido) en la maleta de mano que llevas junto a ti en el avión. Asi te aseguras tener lo imprescindible si te pierden las maletas o te llegan un poco mas tarde.

La página a la que te puedes dirigir para buscar las pensiones y muchísima otra información es http://www.tahitiguide.com


TRANSPORTE

Para llegar hasta allí viajamos con Air France hasta Paris y luego con Air Tahití de Paris a Los Angeles y Papete (Tahiti)

Bora Bora
Entre islas solo hay dos maneras de moverse según la distancia entre ellas. Por avión o por Ferry. La compañía aérea es Air Tahiti. Funciona realmente bien. Son aviones pequeños pero bastante puntuales. Las pensiones familiares te vienen a recoger al aeropuerto y te llevan de nuevo cuando te vas, excepto en Bora Bora donde hay un pequeño autobús (“El truck” un bus algo distinto) que recorre la isla. En Bora Bora el aeropuerto queda en uno de sus motus (islas pequeñas que se forman en las lagunas) y hay un catamaran que cruza la laguna y te deja en la isla.

ALOJAMIENTO


Pension Raimiti en Fakarava
Para viajar a este destino de forma más económica hay que dejar los hoteles y buscar pensiones familiares donde te alquilan habitaciones en propiedades privadas (teneis que ver las propiedades con playitas perfectas) que disponen de bungalows normalmente frente a la playa y por norma general te entra el desayuno y la cena según el régimen escogido. La comida la hacen los mismos propietarios (muy buena por cierto) que la compartes con la familia y los pocos huéspedes que pueda haber. Es realmente un momento especial del día. La alimentación se basa en el pescado que suelen terminar de pescar esa tarde y algunos limpian en la misma playa. Y el coco otro ingrediente que suelen utilizar en casi todos los platos. Os podéis imaginar que el número de habitaciones es realmente reducido. Son habitaciones sencillas con lo básico, eso significa que debes llevarte tu toalla y jabones. No esperéis cajas de seguridad o poder pagar con tarjeta de crédito ni nada por el estilo. Algunas pensiones disponen de bicicletas para alquilar y muchas ofrecen excursiones. Quien necesita más?
Taha - Le Pirogue

 

Fakarava – Pensión Tokerau y Pensión Raimiti. Estupendas las dos. Las habitaciones muy sencillas pero muy correctas, limpias y con unas vistas inmejorables a la laguna. Raimiti tiene una decoración muy encantadora. La pareja que lo lleva es muy simpatica.

Ranguiroa- Pensión Tuanake La pensión era muy muy justilla, pero suficiente para nuestro propósito. Una vez allí nos recomendaron Les Relais de Josephine, pero no tuvimos tiempo. Tiene una terraza genial para ver las puestas de sol.

Tahaa – Le Pirogue. Es un hotel con casitas de madera algunas en primera línea de mar y otras dentro de la isla. Muy bien cuidado. La zona de restaurante es muy bonita.
Apartamento Tahiti

Bora-Bora- Pensión Temanuata en régimen solo alojamiento. Disponen de un pequeño restaurante o al lado hay un supermercado que te permite poder prepararte alguna cena o comida por tu cuenta. Hay un lugar donde tomar una pizza o siempre hay la posibilidad de acercarte a un hotel. La habitación no estaba mirando al mar por que la costa está bastante más edificada que el resto de islas, pero la playa (a unos 15  metros) era preciosa.


Apartamento en Tahiti
Tahiti- Vanira Lodge. Cabañas muy originales y con mucho encanto. Abiertas y con unas vistas estupendas. Tienen cocina por si quieres cocinar. Situado en la isla pequeña en la ladera de una pradera con vistas al mar. Mucha tranquilidad.

 

COMPRAS

No puedes irte de Polinesia sin comprar perlas negras y aceite de monoi. Cualquier cosa o colgante de nácar es otro bonito recuerdo.

Aconsejo comprar en el mercado de Papete. Hay de todo y los precios son muy similares al resto de islas.